Un paraíso turístico se abre en medio de montañas, campos de maíz y huertas de naranja, entre olor a azahares y los sonidos de la naturaleza, que evocan paz, tranquilidad y descanso; así son las aguas termales de San Sebastián, que por sus características, pueden ser visitadas en cualquier época del año, especialmente durante la temporada de frío porque su caudal y nacimiento, mantienen una temperatura cálida.
A tan solo 35 km de la cabecera municipal de Rioverde, tomando la carretera federal 69 con rumbo a San Ciro de Acosta, una desviación perfectamente señalizada nos marca el rumbo directo para al nacimiento de agua.
San Sebastián es sin duda la joya de la corona de ese rumbo del municipio de Rioverde, pero también son dignos de visitar los paisajes que deja el cruce del río y la laguna de Jocotixtlán, historias que merecen un trato aparte.
Del nacimiento de agua, que tiene cientos de años y que hasta la década de los 70 era una zona virgen, emergen aguas cristalinas y tibias que formaron naturalmente una laguna y luego buscan un cauce natural para regar los bastos campos.
Por la temperatura del agua de la laguna, se presta para nadar y permanecer dentro del agua por varias horas.
Sin lugar a dudas, es un lugar que debe colocar en su agenda turística y un sitio natural especial para el turismo de invierno, sin necesidad de ir a la playa.
Los habitantes del lugar han trabajado desde hace años para darle otra imagen al lugar y que hoy en día cuenta con una amplia área de acampado, asadores, sanitarios, área de comida y una gran extensión de árboles que dan sombra a los visitantes.
Pese a ello, el crecimiento de Rioverde como zona turística se encuentra detenido, los sitios turísticos carecen de infraestructura y lo más esencial de caminos en condiciones transitables, incluso ni la media luna goza de ello.